jueves, 22 de enero de 2015

Vinculos

En uno de mis en redados días me tope con un lugar que a su vez me hizo encontrarme con una parte de mi pasado. El pasado para mi es como el "coco" de los niños, cuando me lo mencionan de inmediato me duermo, si no quiero levantarme y me hablan de él, salgo corriendo. 

¿Existirá una palabra para este miedo?
He leído sobre el miedo al amor, sobre el miedo a morir, sobre el miedo al sexo, a las personas pero no he encontrado algo que hable sobre el miedo al pasado.
Encontrarme ahora frente al pasado como una nueva persona me da la oportunidad de enfrentarlo de una manera más sencilla, llega un momento en la vida en el que debes dejar de correr.

¿Cual es el miedo real? ¿el pasado? ¿las situaciones? ¿yo?

Rebobino la película de mi vida y comienzo desde un inicio, desde mi primer llanto, mi primer palabra, mi primer paso, la primera vez que vi el mar, la primera vez que pesqué, la primera vez que construí un castillo de arena, el día que descubrí que podía construir mis propios juguetes, las mañanas que despertaba escuchando el mar, las tardes que pasaba en ese carrito de pedales, andando de aquí a allá detrás de mi abuelo. El olor a tabaco, las paletas de helado, la leche tibia, el olor tan peculiar de mi abuelo, la sonrisa de mi abuela y todos esos recuerdos que se fueron después de mis siete u ocho años. Para mi la infancia terminó pronto.

A veces, tener una infancia tan corta te hace alejarte de los demás, estas tan roto que te cuesta crear vínculos, te cuesta sentir emociones, o tal vez las sientes tanto que las extingues. Entonces necesitas ayuda, necesita inventar un pretexto, una excusa, una acción, una costumbre que te ayude a crear, a inventar, a imaginar ese vinculo que por ti mismo te cuesta tanto trabajo hacerlo.

Un café, un helado, un té, un paseo, una copa, una película. Yerba Matte.